Los añosos árboles en todo el planeta son despreciados, poco estudiados e ignorados por científicos y comunidades, mas no lo han sido en las leyendas tradicionales, que les atribuyen no sin razón, magia y sabiduría. Muchos mitos e historias indígenas, de pueblos afro americanos y de la literatura, nos han hablado de ellos sin que los supiéramos interpretar. Podemos mencionar al pino Brislecone (Nevada, USA), con mas de 50 siglos de vida, o a la famosa secuoya “Hyperion” que mide 115 metros de altura; los tejos de Rascafría de Madrid, la ceiba del barrio Santa Teresita en Cali… y muchos mas que usted seguramente ha visto.
A propósito del 21 de marzo, día internacional de los árboles, quisiéramos llamar la atención de estos añosos venerables, en cuyo interior se guardan secretos fantásticos, como mecanismos complicados de simbiosis entre ellos y variedades de hongos y líquenes, por ejemplo, que les permiten longevidad, salud y protección contra plagas. Estos árboles son esenciales para la biodiversidad de otros vegetales, animales, hongos, líquenes y musgos.
Estos, como todos los demás seres vivos del planeta, hacen parte del ciclo del agua, razón por la cual hoy queremos llamar la atención de nuestros lectores sobre la necesidad de cuidarles y protegerles contra sus enemigos: la tala indiscriminada y la falsa creencia de que ya no sirven por viejos, los incendios forestales, la arborización urbana sin criterios que muchas veces los arrasa, la contaminación ambiental, en especial la de las aguas, etc.
En algunos países se vienen promoviendo “rutas turísticas a árboles singulares” que tratan de despertar conciencia sobre su importancia y belleza. A continuación les sugerimos algunas acciones sencillas que podemos promover individual y colectivamente para protegerles:
- No escriba sobre ellos
- Promueva la adopción familiar de árboles de su comunidad
- Exija a la municipalidad que no los poden indiscriminadamente sino bajo criterios técnicos y ambientalistas.
- Enseñe a sus hij@s, alumnos o vecinos su valor.
- Intente abrazar los árboles en silencio por algunos segundos y permítase sentir la sensación de abrigo, sombra y respeto que ellos inspiran.
Por ejemplo, que le parece abrazar y aplaudir esta hermosa bailarina arbórea?
Foto: imagenes google: img180
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